Siento llevar más de un mes sin escribirte. La verdad que no tengo ninguna excusa original con la que engañarte y sentirme bien.
Desde la última vez que te escribí han pasado muchas cosas, vuelvo a la rutina que instale hace años en mi vida, en la que reinan el celibato y mis amigos y deberes.
Te aseguro que al principio no me sentía nada bien,todo lo contrario, y que en un esfuerzo por evadirme de este abominable mundo caí en la desesperación y en la oscuridad de la enfermedad de creer haber cavado mi propia tumba.
Desde lo más hondo de mi parte racional sabía que no tardaría en salir de esa habitación del pánico, volvería a restaurar mi antigua paz, que se quedó anclada en una espiral, de la que salí estrepitosa y amargamente.
No hice las cosas bien lo reconozco, fue un viaje kamikaze a la libertad, como reza la canción de Amaral; pero él reaccionó de la forma ilógica e irracional que me mostró desde que lo conocí, y que no me hacía bien.
Me arrepiento de pocas cosas en los seis meses de naufragio, es más salgo muy beneficiado, he aprendido lo que se debe hacer, y lo que no, por lo que espero ser mucho mejor después de todo.
Todo vuelve a estar en su sitio, hay algo de desorden pero espero reorganizarlo pronto.
Y pronto espero volver a escribirte
siempre tuyo,
Curro
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