El colegio dónde realizo las prácticas es el Virgen del Carmen, situado entre Vial Norte y Torre Malmuerta, que cuenta con tres líneas (a,b,c) desde infantil a bachillerato, esto se traduce en más de 1500 alumnos, es decir, un colegio bastante grande.
Mis prácticas son realizadas en una clase con niños de seis años, primer ciclo de EPO, en 1ºb más concretamente.
Lunes 17 de Enero de 2011
Mi primer día en el colegio, llego un poco perdido y bastante nervioso, pero consigo encontrar a unos compañeros de clase, entablamos conversación y así me calmo un poco.
Poco después llegó el Jefe de estudios, que nos llevó a la sala de profesores y nos explica un poco como es el colegio y su día a día, tras esto nos lleva uno a uno a la clase que nos corresponde, nos deja como si fuéramos cerdos que entran al matadero, esa es la sensación que me dio.
Si soy sincero los días antes de comenzar las prácticas me arrepentí de haber escogido unas prácticas de educación física, ya que pensaba que iba a ser demasiada presión para mí, y yo bajo presión no funciono. Deseaba con todas mis fuerzas que me tocara un profesor de educación física con 10 horas de educación física, y que las demás horas me dejarán en una tutoría, con niños pequeños a poder ser, para enseñarles a leer.
Pues bien, el jefe de estudios me deja en un primero, con un profesor, mi profesor de prácticas (Javier). Yo creía que iba a estar una o dos horas con él y luego todo educación física con otro profesor. Y por supuesto no fue así, me llegó una buena noticia, parece como si aquel Jefe de estudios hubiera oído mis suplicas, me enteré conversando con mi profesor de que estaría con 1ºb todas las horas de la semana, y que las únicas horas de educación física que daría son las dos horas que 1º b tiene a la semana.
Me salió redondo, lo que yo quería, pocas horas de educación física y una tutoría con una clase de primero.
Centrándome ya en las prácticas en sí, me dí pronto cuenta de que iba a aprender de mi profesor, pero que más iba a aprender de aquellos niños.
La primera característica que saqué, son muy curiosos, nada más entrar uno me olió la mano y me dijo que olía crema, y que si me había echado crema, me quedé alucinado evidentemente.
En este primer día de prácticas no hubo lugar para que yo tomara el mando de la clase, pero sí para ver como lo hacía mi profesor Javier, tiene un tono de voz muy grave, y alza mucho la voz, quiero decir con esto que se hace oir, algo muy importante cuando estas en una clase con 25 niños de seis años.
En este primer día me enteré mas o menos de la dinámica de clase, de qué es lo que suelen dar todos los días y como lo hacen.
En primer lugar hicieron una lectura, Javier nombraba a un alumno y este leia en voz alta, cada tres oraciones cambiaba de alumno, más de uno estaba despistado y no sabia seguir la lectura. Se notaba también quién estaba más rodado y quién necesitaba algo más de trabajo en la lectura.
Más tarde hicieron unos ejercicios de caligrafía, mandados por el profesor.
Del recreo avanzaron unos páginas en el libro “Me llevo tres”, compuesto por las asignaturas de Matemáticas, Lengua y Conocimiento del Medio. De este libro vieron diferentes sílabas, como son: gue, gui, ge, gi, je y ji; Todo un reto para ellos.
Antes de terminar, en la última hora, se dedicaron a hacer y a corregir unos ejercicios de matemáticas. La finalidad que tiene corregir estos ejercicios según Javier no es la de quitarse trabajo de encima (que evidentemente se lo quita), o que los niños aprendan a corregir(que seguramente no corrigen bien), si no la de que los niños aprendan a leer números, repasando en voz alta los ejercicios.
Y así acabó mi primer día en Virgen del Carmen, un día que me sirvió de adaptación y soporte para el resto de la semana.
Martes 18 de Enero de 2011
El segundo día no fue muy diferente para mí en cuanto a mi labor realizada en el aula, pero sí que hubo algo diferente al final, y es que Javier me dijo el Lunes que preparara una sesión de Educación Física para hoy, y que yo impartiría dicha clase.
Así pues me preparé todos mis juegos con las diferentes partes de la sesión, el tiempo que iba a dedicar en cada juego, juegos alternativos, diferentes variantes, etc…
El resultado, un fracaso absoluto.
Era última hora, y llevamos a los niños a un gimnasio, con espejos, y diferentes materiales de juego para infantil. Nada más entrar todos los niños, hasta el más calladito, comenzaron a gritar y a correr, y la sala no ayudaba para que yo retomara el control de la clase, era un gimnasio pequeñito, pero con el techo muy alto, lo que provocaba un eco terrible, y que no se me escuchara pedir silencio.
No conseguí realizar ningún juego, solo hice uno y era improvisado, con la ayuda de Javier y su pito, que si conseguía hacerlos callar.
Miércoles 19 de Enero de 2011
Después de la fatídica sesión de educación física del día anterior vino un día dónde sí que me sentí más útil.
En este día el profesor me propuso hacer varias cosas, y el día se hizo muchísimo más llevadero.
El profesor me propuso que me pusiera a leer todos los días con dos alumnos que están muy retrasados en la lectura, y así hice.
Javier me enseñó el método de corregir que el utiliza, y corregí todos los ejercicios del me llevo tres.
Al término del recreo noté que mi profesor demoraba su llegada así que decidí llevarme a los niños a clase. Ya allí no sabía que mandarles hacer para mantenerlos trabajando y que no perdieran el tiempo, así pues pedí silencio y los puse a leer una historia de su libro.
Sinceramente, me sentí muy bien, me quité la espinita del pasado día en educación física.
A última hora a mi clase le tocaba inglés y yo y mi profesor debíamos ir a otra clase, 1ºa, allí impartimos lectura comprensiva, de la cual estuve gran parte del tiempo yo al mando de la clase.
Puedo decir que hoy si que me sentía maestro.
Jueves 20 de Enero de 2011
Como el día anterior me puse a leer con los dos alumnos un poco más rezagados en la lectura, pero hoy en cambió leí con toda la clase. Primero lo hice con los dos chicos que necesitan más apoyo, y luego comencé con el resto de la clase. Me quedé sin habla al ver como leían los demás niños, sin apenas necesidad de feed-back y bastante rápido para estar en primero de primaria, una gran diferencia con los dos chavales que espero pronto se pongan al nivel de sus compañeros.
Poco después Javier me sorprendió con algo que no recordaba en mi infancia, repartir material. Cada semana se revisa el material de los alumnos, lápices, bicolores, gomas y sacapuntas, además del estuche.
Para que se acostumbren a cuidar el material y a no perderlo, Javier repartió material nuevo a los niños que sí habían cuidado su material y a los que lo habían perdido, obtenían materiales ya usados, a modo de castigo. A mi modo de ver las cosas una decisión muy acertada.
Después del recreo tocaba artística con a. Clase en la que volví a tomar protagonismo de nuevo.
Pero a última hora tocaba educación física, y aquí si que ejercí de maestro por completo, Javier me dejó de nuevo al mando de la clase y esta vez en el patio fue mucho más fácil tener el control de los niños, conseguí dar la clase entera sin ningún tipo de problema, me sentí realizado, fue bastante emotivo ver la cara de felicidad de los niños jugando a pañuelito.
Viernes 21 de Enero 2011
Este día no tuvo nada en especial a parte de la ya mi rutina diaria de ponerme a leer con los chicos y corregir y ayudar a realizar ejercicios, salvo las dos clases de artística una con mi clase y otra con a.
Javier me mostró la forma de evaluar, mostrándome la lista del primer trimestre, fue muy sorprendente, pero fácil de poner en práctica.
Para terminar las memorias de la primera semana me gustaría hablar de los niños y niñas de mi clase, los verdaderos protagonistas de mis prácticas.
Sorprende verlos siempre felices. Aunque los castigues e incluso a veces lloren por ello, no tienen rencor, porque viven en el presente, y lo hacen todo pensando en el presente, sin mirar que pasó hace diez minutos.
Son todo cariño, alegría y ternura. El primer día ya me daban la mano algunos, y esto compensa todo el trabajo que hagas en la clase y que te haga caer en el cansancio fácilmente, y es que hay que repetirles las cosas veinte veces, y aún así muchos siguen sin hacerlas correctamente, no las hacen o van retrasados…
Son muy cansinos, hay que estar encima de ellos y esto desgasta mucho, pero te lo compensan todo con resultados, y sobre todo con cariño.
Lunes 24 de Enero de 2011
Llegué a clase puntual como cada día y como siempre lo primero que hicimos fue rezar, un padre nuestro y un Dios te salve María.
Hoy Javier me dio la oportunidad de explicarles a los niños una unidad de me llevo tres, y de explicarles cómo había que hacer los ejercicios, una locura, se lo repites cinco veces pero siempre hay alguno que no se entera o estaba despistado, ya doy por hecho que por mucho que lo expliques se les olvida a los diez minutos.
Javier me ha traído una mesa, a mi parecer de dimensiones desproporcionadas, pero no me puedo quejar, me siento importante.
Ha sido un día genial, me he sentido bastante bien y cómodo en la clase.
Viernes 28 de Enero de 2011
Llevo desde el Lunes sin asistir a las prácticas, ya que tengo dos cuadros, una gripe, y un catarro agarrado a la garganta y se ha convertido en una faringitis. Se traduce en una semana perdida y en la que me he encontrado fatal.
Lunes 31 de Enero de 2011
Hoy he vuelto después de cuatro días de ausencia a clase.
Según Javier no sabía nada de mi indisponibilidad, no le dijeron nada de mi llamada el martes al instituto comunicando que iba a ausentarme unos días por enfermedad.
La clase ha transcurrido normalmente, aún faltan bastantes niños que están enfermos, unos cinco, y otros tantos andan retrasados en tareas al haber faltado la semana pasada.
Lo que más puedo resaltar de este día ha sido la reacción de mi profesor ante una travesura de un niño, A última hora ha llegado a la mesa del profesor un chico, diciendo que le habían arañado, no hacía falta preguntar dónde, en la cara, muy cerca del ojo, desde la mejilla hasta la nariz casi.
Rápidamente mi profesor se ha enfurecido con el causante del arañazo, preocupado por lo que podía haber pasado si el arañazo hubiera pasado por el ojo. El alumno causante del arañazo estará unos días castigado…
Martes 1 de Febrero de 2011
El día ha transcurrido como cualquier otro día, más aburrido que otra cosa, sin embargo, y como viene siendo habitual las dos últimas horas, después del recreo yo he impartido las clases en solitario, lectura comprensiva primero y educación física más tarde.
Viernes 4 de Febrero de 2011
Esta semana ha sido una semana como se suele decir, movidita.
Los chicos han tenido exámenes, de lengua primero el Miércoles, de conocimiento el Jueves y de matemáticas hoy. El gran problema es y lo será la semana que viene, porque han seguido faltando alumnos y alumnas a la clase, lo que dificultará la tarea de ponerlos a todos al día, en cuanto a tareas y a exámenes.
Los exámenes eran muy fáciles, quizás a ellos les halla costado, pero todos y cada uno de los ejercicios han sido realizados en el libro como actividades diarias, y quizás existan más fallos en los ejercicios de los exámenes por no saberlos hacer, haberlos entendido mal, etc…en resumen:
Los alumnos saben leer, sumar y restar y todo lo que se les pide como objetivos, el problema es que, hablando mal y pronto, tienen una torrija muy grande en lo alto.
Para mi profesor es más importante, según él, que espabilen, porque ya saben leer y sumar y restar, que son dos objetivos imprescindibles de curso.
Los resultados, en comparación con otras clases han sido malos, han suspendido tres chicos, dos que van siempre retrasados con respecto al ritmo de clase y otro que ha sido una sorpresa, aunque podemos poner la excusa de que faltó toda una semana y no estaba al día.
En cuanto a mí puedo decir que soy el profesor ”titular” de educación física, puesto que Javier me deja dar las clases en solitario. También viene siendo habitual que yo de clases en A de plástica y de lectura comprensiva.
Viernes 10 de Febrero de 2011
El Lunes realizaron el examen de religión en el que han habido varios diez. Llegaron varios niños de los que faltaron la semana pasada, y se han puesto al día en varios exámenes y tareas.
El Martes impartí educación física, como siempre, y a decir verdad me cansé bastante, llevaba unos días cansado de dar voces, y hablar con el tono de voz muy elevado, conseguir que los niños te escuchen es una tarea ardua, me estoy planteando si de verdad quiero ser profesor.
Para evitar dar gritos y voces he copiado a la tutora de C y me he comprado un silbato, que no solo utilizo en el patio para educación física, sino también en clase, y funciona, no doy tantas voces y los chicos se callan y me escuchan.
El miércoles me quedé en inglés con mis chicos, y la profesora de C. Fue una total decepción la profesora estuvo en clase una media hora, porque estuvo hablando con otro profesor y además llegó tarde. Cuando llegó puso un listening y les mandó un ejercicio. Una completa decepción, esperaba más.
El Jueves por la mañana asistí con ellos al oratorio, junto con dos madres, catequistas, fuimos a una capilla y realizamos una pequeña sesión de religión. Leímos un texto bíblico, rezamos, hicimos peticiones y dimos gracias. Fue una buena experiencia sin duda, aunque me planteo si los niños tienen la edad correcta para realizar este tipo de actividades, no creo que entiendan ni un ápice de su significado, y me parece que no se les esta dando la libertad correcta para pensar en Dios libremente, están siendo vinculados a la religión cristiana casi por obligación. Eso sí, se inculcan valores muy buenos.
A última hora di educación física. La clase transcurrió bien, hasta que un profesor de educación física que estaba en la otra parte del patio me alerto de que un alumno al que tenía castigado en una pared había hecho pis en la misma. Mi sorpresa fue mayúscula y lo mandé de inmediato a clase a informar a Javier, quién lo castigó limpiando sus necesidades y pidiéndole una nota de sus padres pidiendo disculpas.
He terminado mejor la semana que la empecé.
Estoy cogiendo un cariño terrible a mis alumnos y ya solo quedan dos semanas de prácticas.
Aunque ha sido bonito no creo que esta sea mi profesión, llevo un tiempo pensándolo y no creo que tenga la suficiente paciencia como para pasar toda mi vida con dolor de cabeza...
Espero que las prácticas del año que viene me sepan mejor que estas o por lo menos me aclaren el futuro.
Aún así ha sido una experiencia bonita de principio a fin.
Aunque ha sido bonito no creo que esta sea mi profesión, llevo un tiempo pensándolo y no creo que tenga la suficiente paciencia como para pasar toda mi vida con dolor de cabeza...
Espero que las prácticas del año que viene me sepan mejor que estas o por lo menos me aclaren el futuro.
Aún así ha sido una experiencia bonita de principio a fin.